San Francisco de Campeche, Campeche.- En el marco del primer foro apícola EL IMPACTO DE LOS AGROQUÍMICOS EN LA APICULTURA: RETOS Y SOLUCIONES, científicos y productores de la región se reunieron para analizar los conflictos derivados del uso de agroquímicos y proponer estrategias para enfrentar los retos y proponer soluciones, a partir del análisis del territorio apícola, del conflicto con la agricultura industrial, y de la normativa para el uso de agroquímicos en territorio apícola y sobre el monitoreo del impacto de agroquímicos en apicultura.

En fechas recientes, se han registrado afectaciones a la apicultura a causa de fumigaciones con plaguicidas que han generado la muerte masiva de abejas y otros problemas en los ecosistemas. El problema es generalizado en el país y para la Península de Yucatán, se han reportado por lo menos en José María Morelos, Quintana Roo, en Dzonot Carretero, Yucatán, y en diferentes zonas del municipio de Hopelchén, Campeche. En todas estas zonas la apicultura es de gran importancia cultural, social y económica, y resulta fundamental para el sustento de familias mayas.

Apicultores de Quintana Roo refirieron que, en los meses de agosto y septiembre, se ha reportado una importante pérdida de
colmenas de abejas Apis mellifera en las comunidades de Candelaria, San Felipe I, Nueva Reforma, Saczuquil y Kancabchén. El censo de mortalidad rebasa ya las 600 colmenas sumando todos los reportes en las comunidades. La problemática surge a partir de la aplicación del insecticida fipronil en un cultivo de chile habanero, generando intoxicaciones de manera masiva y rápida.

Según los apicultores, “las abejas mostraban signos de desorientación, lengua expuesta, dificultad para volar, y en algunos casos, se observaron colmenas con muerte de abejas adultas y de abejas jóvenes emergiendo.” Actualmente se realiza un análisis de laboratorio que oriente a los apicultores y contribuya a una toma de decisiones correcta en relación al establecimiento de un marco donde impere una mejor regulación y vigilancia de la aplicación de productos agroquímicos.

Los integrantes de la comunidad maya de Dzonot Carretero, municipio de Tizimín, Yucatán, el pasado 26 de septiembre
presentaron una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, así como ante la Secretaría de Salud y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios las afectaciones.

Denunciaron una serie de fumigaciones en diversos ranchos, propiedad del empresario Jacobo Xacur Eliure, teniendo como consecuencia la muerte masiva de abejas. También reportaron la pérdida de una gran cantidad de plantas melíferas como el box kaatsim, el wuaxim y la majahua, que se encontraban al inicio de floración, lo cual sin duda afectará la cosecha de miel.

Además, se ocasionaron otras pérdidas como el cultivo de calabaza y de sandía. En total, se perdieron 26 colmenas, otras 40 resultaron afectadas por mortandad continua, y 108 colmenas se encuentran con mortandad de abejas en el 50 por ciento, además de los posibles riesgos que estos hechos representan para la salud de las y los habitantes de Dzonot y otras comisarías aledañas.

Además de lo anterior, Rémy Vandame, investigador de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), señaló que existen muchos impactos no visibles de la aplicación de insecticidas. En las mismas abejas de los apicultores, se puede afectar a su inmunidad, su
capacidad para orientarse en el campo, o su fertilidad. Los insecticidas afectan también a las abejas nativas, como las meliponas, importantes polinizadores que habitan las selvas de la región. En México existen casi 2000 especies de abejas nativas, las cuales son una valiosa parte de los ecosistemas, y cumplen la importante función de la polinización, por lo que su conservación es fundamental. Estas abejas, además de ser un componente clave de la biodiversidad, forman parte del importante patrimonio cultural de las comunidades originarias mayas. Por ello, desde todas las formas estudiadas, estos casos de afectación de las abejas se traducen en una desafortunada pérdida que se considera irreparable para nuestros territorios.
La Dra Lilia A. Albert, reconocida toxicóloga, menciona que es importante que los apicultores estén informados sobre qué
productos se están usando cerca de los apiarios, pero principalmente si existe un marco legal que los proteja en caso de intoxicaciones de las abejas. Debido a que no todos los efectos dañinos son inmediatos, ya que la muerte de las abejas puede ocurrir a mediano plazo es esencial establecer una coordinación con la parte académica para la sistematizar el registro de los efectos, con el fin de tener evidencias de estas intoxicaciones para los cursos legales pertinentes.

Asimismo, refiere que hay que hacer un llamado a las autoridades para que entiendan la importancia de los polinizadores para la productividad agrícola y la
estabilidad ambiental de la zona. Además, recalcó que es necesario detectar los vacíos legales que existen en este momento e impiden que se tomen las acciones para apoyar a los afectados. Eventualmente se deben subsanar estos vacíos y hacer que las leyes sean eficaces para la protección ambiental y de la salud.

(Comunicado)