Mérida, Yucatán.- Especialistas participantes del Foro Nacional de Ciencias Farmacéuticas, que se realiza en la capital yucateca, pidieron al gobierno federal no afectar la distribución de medicamentos con pretexto del combate a la corrupción, toda vez que se pone en riesgo la salud de pacientes, en particular los derechohabientes.
Kenia Palomino Vizcaíno y Héctor Alfonso Magaña Badilla, ambos vinculados a la investigación para la industria farmacéutica, reconocieron problemas en el abasto de medicamentos derivados de irregularidades en cuanto a prácticas de favoritismo que ha beneficiado a grandes laboratorios.
Sin embargo, por separado mencionaron la necesidad de que se aplique una doble estrategia: sí que se combata la corrupción, pero al mismo tiempo se garantice el abasto suficiente y oportuno de medicamentos a todos los derechohabientes y la población abierta del país.
Magaña Badilla, quien participa en proyectos de investigación, indicó que la política de adquisición del gobierno federal debe garantizar un cuadro básico de medicinas de acuerdo con las necesidades de cada estado del país; de lo contrario, será muy complicado el trabajo de fomento a la salud.
De acuerdo con Raquel Buenrostro Sánchez, oficial mayor de Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el nuevo proceso de compras consolidadas tiene por objetivo disminuir el costo de los medicamentos y abatir la corrupción en estos procesos, en los cuales ha encontrado resistencias por parte del sector privado.
Sobre la disponibilidad de fármacos, el investigador de la Universidad de Baja California subrayó que la población abierta cuenta con dos opciones: adquirir productos de patente o los genéricos, éstos últimos más accesibles por el menor costo con respecto de los primeros.
Magaña Badilla recomendó el consumo de los genéricos, ya que el país dispone de laboratorios nacionales con productos de calidad, seguros y eficaces.

En ese sentido, sugirió a la población no recurrir a medicamentos en lugares de procedencia dudosa, ya sea en las calles o tianguis, ya que constituyen un riesgo para la salud.
De igual manera, tampoco optar por los productos “milagro”, que dicen servir para todo aunque carecen de pruebas de calidad y resultados sobre su eficacia.
Para Kenia Palomino, uno de los principales problemas en el uso de los medicamentos, particularmente los caducos, es el de arrojarlos a la basura junto con los desechos domésticos.
Advirtió que esa práctica conlleva graves efectos contaminantes, ya que al ser destinados a los rellenos sanitarios, junto con lixiviados, representa una fuente de contaminación a los mantos freáticos.
Propuso que las familias reúnan en una bolsa todos los medicamentos caducos o que ya no utilicen y entregarlas a las farmacias, las cuales tienen normas para su depósito, tratamiento y traslado.
Además, refirió que el cambio climático (CC), que implica aumento de temperaturas y las condiciones de humedad, han fortalecido la estructura de las bacterias y virus, por lo que el campo de la investigación está asociado de manera constante a la búsqueda de nuevos medicamentos con reactivos más fuertes.
Por ello, alertó a los ciudadanos a que pongan de su parte para reducir los efectos del CC como cuidar el agua, reducir los desechos y evitar contaminar el medio ambiente.
Los trabajos del Foro Nacional de Ciencias Farmacéuticas, en la Facultad de Química de la Universidad Autónoma de Yucatán, continuará este miércoles con temas de la obesidad, sobrepeso, alteraciones del sueño y medicamentos anticolinesterosas y su correlación con alteraciones neurológicas.

(Jesús Mejía)