Mérida, Yucatán.- El proyecto del Tren Maya incluye la zona de los petenes y parte de la Reserva de la Biosfera de Calakmul, de gran riqueza de flora y fauna, que obliga a su preservación y protección por parte de los involucrados en el desarrollo de la obra.

María Andrade Hernández, directora de Pronatura Península de Yucatán, organización de la sociedad civil dedicada a la conservación y resiliencia de la biodiversidad, expuso lo anterior y se refirió al corredor del estado de Campeche, altamente sensible a las acciones humanas.

El Tren Maya no debe alterar los ecosistemas, que han sido afectados por la deforestación y la contaminación, recalcó la conservacionista, quien rechazó hablar de posibles efectos en la población de jaguares y pecaríes, así como en otras especies hasta no conocer los aspectos técnicos del plan.

La especialista de Pronatura señaló que aún no es posible emitir un juicio acerca del impacto que tendrá ese transporte en las áreas naturales.

Dijo conocer las propuestas de colocar puentes para el tránsito de los animales, pero más que eso, puntualizó, se requiere un diálogo amplio con las comunidades para tomar medidas y decisiones conjuntas tendientes a la protección de las áreas con gran biodiversidad.

En entrevista, informó que han participado como Pronatura en diversas reuniones con los proyectistas del Tren Maya con la firme idea de que la sustentabilidad debe guiar todas las etapas del mismo.

Andrade Hernández afirmó que la Península de Yucatán constituye todavía un gran refugio de ecosistemas, ya que de acuerdo con mediciones y cálculos hechos a partir de tomas de fotografías en el oriente de la región, se calcula existen cerca de dos mil jaguares.

Tal cantidad de felinos representa cerca de la mitad de la población de la especie en el país, recalcó en torno del refugio que aún representa la Península para la biodiversidad, particularmente para más de la mitad de aves que dispone el territorio nacional y los arrecifes de la costa de Quintana Roo.

La activista expresó confianza el que el proyecto del Tren Maya no sólo atienda la parte de sustentabilidad y de cuidado de los recursos naturales, sino que también favorezca el desarrollo de las comunidades, condición indispensable para la conservación de los ecosistemas.

(Jesús Mejía)