Por Julian Santiesteban

Chetumal, Quintana Roo.- Más de mil 800 candidatos tendrá Quintana Roo para el proceso electoral de 2021, habrá por lo menos trece partidos políticos y la “atomización” del voto llegará a una entidad cuyo porcentaje de votación fue el más bajo de toda la República Mexicana, con apenas el 22 por ciento, en 2019.

En junio de 2020, el Instituto Nacional Electoral (INE) entregará registro a por lo menos tres partidos políticos nuevos en el país –cuatro, si México Libre logra juntar los 50 mil afiliados que le faltan antes de que concluya febrero-, que, en el caso de Quintana Roo se sumarán a los diez ya existentes, tres de los cuales son fuerzas emergentes locales. A nivel federal, en 2021 se renovará el Congreso federal y en lo local las once presidencias municipales.

Ante ello, la única esperanza que puede tener el ciudadano de no ser literalmente apabullado por una horda de candidatos, es que los partidos opten, como al parecer lo harán, por coaligarse para el proceso electoral intermedio de 2021. Quintana Roo tiene cuatro distritos electorales federales, se requieren entonces 52 candidatos para todos los partidos, a los que se suman mil 833 aspirantes a alcaldes y regidores, para un total de 1885 –sin contar los suplentes-; si se concretan las coaliciones, la cantidad se reduce a 377 postulantes que buscarían el sufragio, prometiendo, como siempre, “el oro y el moro” y desestimando a los gobiernos de sus contrincantes, como principal artilugio electoral.

Nótese, si deciden ir juntos el Partido Acción Nacional (PAN), el de la Revolución Democrática (PRD), Encuentro Social Quintana Roo (PESQ), Confianza por Quintana Roo (CQ), Movimiento Auténtico Social (MAS), y Revolucionario Institucional (PRI); y se mantiene la coalición de Morena con el Partido Verde Ecologista (PVE) y el del Trabajo (PT); además de estar en la contienda los tres partidos nuevos que por norma competirán solos en su primer elección, los mil 855 candidatos se dividirían en cinco grandes competidores, aligerando así la andanada de promocionales y saturación de la oferta política; aunque lamentablemente nada de todo lo anterior, mejora la calidad de los candidatos ni de la competencia.

Con tanta oferta partidista, parecen sin sentido los enfrentamientos que antes ocurrían por alcanzar alguna candidatura, ahora lo que faltarán –aunque tal vez siempre han faltado- son ciudadanos capaces decididos a participar; las candidaturas independientes, nacidas más por la falta de espacios en los partidos que por un hartazgo real de los mismos, parecen carecer de motivo para su existencia, aunque aún está la posibilidad de contender por esa vía, sumando entonces más oferta en lugar de compactarla. En suma, en 2021 habrá una enorme cantidad de candidatos, no necesariamente calidad.

Ahora bien, tan sólo para 2020, los partidos políticos recibirán cinco mil 239 millones de pesos; en Quintana Roo se les entregarán 45.2 millones, lo que demuestra que constituir uno de ellos es un negocio rentable, para lo cual deben hacerse 200 asambleas distritales con al menos 300 asistentes o 20 asambleas estatales con tres mil asistentes y afiliar al menos a 234 mil ciudadanos en el año que tienen de plazo.

Redes Sociales Progresistas, Grupo Social Promotor, Encuentro Solidario y México Libre –los dos primeros ligados a Elba Esther Gordillo y el último a Felipe Calderón Hinojosa, aunque aún le faltan afiliados; son los finalistas para obtener registro, ya se imaginará entonces el lector que mejora no hay, sólo incremento en la “oferta.”

COMENTARIO MORBOSO

En el primer trimestre del 2020, se le acabará el pretexto al titular de la Secretaría de Turismo (Sectur), Miguel Torruco Marqués, pues el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, reveló que en ese lapso contarán con toda la documentación necesaria del Monumento al Mestizaje Mexicano, mejor conocido como Megaescultura, para que la mudanza de la dependencia federal a la capital quintanarroense se concrete.

Torruco Marqués aduce que la remodelación de las oficinas y la mudanza no pueden realizarse porque no hay certeza sobre la tenencia de la tierra y la autorización para los trabajos, ante lo cual Joaquín González dijo en la semana anterior que antes de que concluya el primer trimestre se tendrán todos los documentos. Habrá que ver qué nuevo pretexto inventan para incumplir el acuerdo presidencial.

Por cierto, el mandatario estatal reveló también que, en materia de promoción turística, los esfuerzos son enteramente locales. No sólo eso, dijo que con el gobierno federal, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) no tienen siquiera comunicación sobre el tema. Puntualizó que Quintana Roo participa en el Consejo Diplomático de Promoción Turística y que se espera que el órgano sesione en la entidad, pero no hay intercambio alguno de experiencias o esfuerzos compartidos para dar a conocer los destinos nacionales, más allá de la conjunción de trabajos entre entidades federativas ¿entonces qué andarán promocionando, cómo y dónde? ¿sabe la SRE que Cancún es el destino turístico más importante de Latinoamérica? De plano, como diría el filósofo, “la reversa también es cambio”; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.