Mérida, Yucatán.- Simbólico, breve, “mínimo” y hasta raro será en este año el tradicional Viacrucis viviente de Acanceh; tanto que sólo habrá 8 actores, usarán un “accesorio” nada común: el cubrebocas, y todos -incluido Cristo- se lavarán las manos y no únicamente Pilatos…

Por si fuera poco, la escenificación se realizará en un sitio prácticamente secreto, que solo conocen los organizadores del Viacrucis viviente: el Grupo Renacimiento.

Este Viernes Santo de 2020, cuando Andrés, el joven que hace de Cristo, sea bajado de la Cruz habrá concluido su última representación del Nazareno en la escenificación más importante de la Pasión y Muerte de Jesucristo en Yucatán.

También habrá concluido el acto más significativo de la Semana Santa en una inusual representación de Viacrucis en el que no habrá “extras” ni escenografía, mucho menos público.

Serán ocho actores -incluido Andrés Medina Chalé- quienes escenificarán la tradicional representación, en un sitio desconocido para casi todos en el pueblo y con las medidas sanitarias recomendadas por las autoridades: cubrebocas, aplicación de gel antibacterial y sana distancia.

Será sólo una representación simbólica, muy diferente a lo que en han hecho en más de 30 años de Viacrucis viviente.

El acto será, además, un tanto improvisado porque los ensayos se suspendieron desde marzo y todo lo que cada quien hará en su papel es lo que recordará de su participación en años anteriores, casi casi como “Dios les dio a entender”.

Pero, a pesar de todas las medidas que se tomaron para que las autoridades permitieran este acto simbólico -la restricción de cobertura de los medios de información es la más reciente-, los organizadores están preocupados por que la gente quiera acudir a alguno de los sitios tradicionales de la escenificación y piden a los fieles no salir de sus casas, pues la plaza estará vacía y en las calles no habrá recorrido de “la vía dolorosa”.

(Fotos: archivo)