Mérida, Yucatán.- Cada 2 horas con 9 minutos, el número de emergencias 9-1-1 recibe una llamada para reportar un incidente de violencia contra la mujer en Yucatán, lo que equivale a unas 11 llamadas al día.
Esta es la “frecuencia cardiaca” de un problema social que pervive en la entidad y que, desde marzo -mes en el que prácticamente iniciaron las restricciones de movilidad debido a la pandemia de Covid-19-, acumula 1,701 reportes de auxilio.
Si bien esta cifra bajó en julio, el promedio de llamadas se mantiene en los altos niveles que registró en 2019, cuando la cifra se disparó: 150 por ciento más reportes que en 2018.
Y el panorama no pinta bien: si en los cinco meses que faltan por sumarse a la estadística anual de 2020, el promedio de 375 llamadas por mes se mantiene, al cierre de año se rebasará por mucho el acumulado de 2019: 3,715 pedidos de auxilio.
Aunque los reportes al 9-1-1 sobre incidentes relacionados con violencia contra la mujer no se toman como denuncias, evidencian la posibilidad de casos de maltrato (físico, psicológico, etc.) desde el punto de vista de quienes la realizan. Son consideradas un “termómetro” del verdadero problema social.
En estos días, el dato cobra mucha más relevancia por las investigaciones que, bajo el protocolo de feminicidio, realiza la autoridad para aclarar las muertes de dos mujeres: una en Residencial Pensiones y la otra en Villas Oriente (Kanasín), que aún no aparecen en la estadística nacional porque ocurrieron este mes y todavía no se contabilizan. En el periodo enero-julio, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad (SESNS) registra 4 casos de feminicidio en Yucatán.
Un análisis de las cifras del SESNS revela que, después del tercer mes del año, cuando inició el confinamiento en Yucatán, las llamadas al número de emergencias bajaron considerablemente (entre abril y marzo); se mantuvieron un rango de entre 200 y 300, salvo en junio. En julio, volvió a disminuir.
Mensualmente, el Secretariado actualiza la cifra de reportes por estado e informa el acumulado que va desde el primer mes del año hasta el inmediato anterior al que se reporta; en este caso, las cifras son del periodo enero-julio de 2020; de acuerdo con el informe, en Yucatán hubo 2,629 llamadas al 9-1-1 relacionados con incidentes de violencia contra la mujer.
El total de solicitudes de auxilio equivale, en promedio, a 375.5 por mes o 12.3 cada día; en otras palabras, en el 9-1-1 se recibió una petición de ayuda por alguna conducta violenta contra una mujer cada hora y 57 minutos. En el periodo de confinamiento (marzo-julio), este promedio es más bajo: 2 horas y 9 minutos, lo que quiere decir que, por día, hubo 11.1 un reportes.
Comparadas estas cifras anteriores, las de 2020 se mantienen tan altas como el año pasado. Recordemos que, de 2018 a 2019, Yucatán “brincó” siete lugares en el ranking nacional al pasar del sitio 24 al 17; y aunque inició el 2020 en el lugar 13, se ha “recuperado” para ubicarse en el 16, tan sólo un escalón más arriba que el año pasado.
En el estado, el reporte de llamadas al 9-1-1 por incidentes que presumen maltrato a mujeres son consecuentes con los de violencia intrafamiliar y de pareja -que también reporta el SESNS- porque colocan a Yucatán lejos de los últimos lugares en el ranking nacional; esto “salta a la vista” porque, cuando estos datos se suman al resto de los indicadores, prácticamente “desaparecen”, pues la entidad es considerada la más segura del país…