Mérida, Yucatán.- La crisis por el Covid-19 ha sido utilizada para la venta productos carentes de control de calidad y con riesgos a la salud y la vida de los usuarios, reconoció la directora general de Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), María Isabel López Martínez.

La especialista reveló que en principio el mercado se inundó de productos que carecían de la Norma Oficial Mexicana (NOM), colocados en el ámbito informal, tales como cubrebocas o barbijos, gel antibacterial, sanitizantes y termómetros.

La representante del organismo dedicado a la acreditación, certificación, vigilancia y evaluación de productos y servicios de empresas sujetas a la Ley de Infraestructura de la Calidad sostuvo que personas sin ética distribuyeron este tipo de artículos.

Al principio de la pandemia –refirió– fueron detectadas mascarillas KN95 de grado médico que no lo eran, es decir, que no cumplían con las especificaciones necesarias para la protección del personal hospitalario.

Lo anterior, dijo, obligó a la apertura de laboratorios y organismos de certificación de mascarillas KN95 que realmente protegieran a médicos y enfermeras en contacto directo con pacientes afectados.

Lo mismo ocurrió con el gel antibacterial, ya que en muchos casos incluía componente de metanol, que es contaminante y daña la piel, en lugar de contener etanol, que es lo que señala la NOM.

En el caso de los termómetros digitales o de luz infrarroja, indicó que se importaron de otros países aunque que resultaron prácticamente inservibles, ya que muchos de ellos sólo contenían un chip que marcaba de manera aleatoria 36.3 grados, no la temperatura real.

La pandemia, agregó, obligó a la EMA intensificar sus acciones de certificación y control de laboratorios de detección de Covid-19, que son fuente de diagnóstico en un 80 por ciento de la incidencia, así como la revisión de los ventiladores hospitalarios que se utilizaron en pacientes en estados críticos.

De esa manera es como la EMA pudo apoyar en la comercialización de productos que cumplieran con la NOM, acreditando servicios y garantizando la seguridad con productos certificados, recalcó la entrevistada.

López Martínez admitió que persisten esas deficiencias en el comercio informal, y depende de los consumidores vigilar lo que compra y paga.

Precisó que toca a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) inspeccionar los establecimientos que expenden productos sin la NOM, carentes de certificación.

Los productos que sí están sujetos a la NOM están protegiendo la salud, la vida, el medio ambiente y las vías generales de comunicación.

La directora general se encuentra en Mérida para apoyar las cadenas de valor del sector industrial y agropecuario de Yucatán.

(LectorMx)