Mérida, Yucatán.- En un hecho sin precedente en los años recientes, una de las playas de Yucatán alcanzó un nivel de contaminación que la puso al borde de la descalificación: el más reciente reporte del Gobierno Federal la tiene a un paso de ser considerada “no apta” para las actividades recreativas.

Según la escala de presencia de bacterias que provienen principalmente de excremento, generalmente humano, Dzilam tiene 190 por cada 100 mililitros de agua salada, apenas 10 puntos por debajo del nivel considerado peligroso y dañino para la salud, que es de 200.

Los contaminantes son principalmente coliformes fecales -microorganismos parecidos a las bacterias comunes- llamados Escherichia coli, que normalmente se encuentran en el intestino del hombre y de otros animales. La autoridad advierte que “hay diversos tipos de Escherichia; algunos no causan daño en condiciones normales y otros pueden incluso ocasionar la muerte”, por una infección.

Hasta ahora, nunca ninguna playa de Yucatán, había estado en un nivel tan peligroso, aun cuando, en años pasado, antes de la pandemia, en algunas se había incrementado notablemente la presencia de heces fecales, pero nunca más arriba de las 100 partes por cada 100 mililitros.

El programa de Playas Limpias, que coordina la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), pero cuya parte operativa corre a cargo de la Comisión Federal de Riesgos Sanitarios (Cofepris), no abuda sobre los motivos de este inusitado incremento, pero ambientalistas han señalado con frecuencia dos fuentes principales de contaminación: el mal uso y carencia de fosas sépticas y los desechos de granjas porcícolas,la mayoría de la cuales no siquiera tienen un control de desechos.

En comparación con la medición anterior, entre junio y julio de 2022, el aumento en la presencia de bacterias en la playa de Dzilam de Bravo es de mil 600 por ciento, un aumento descomunal.

Afortunadamente para los yucatecos y sus visitantes, el resto de la costa se encuentra muy poco contaminado; de hecho de las playas monitoreadas, en 11 municipios costeros de la Entidad, la única que creció -y en niveles mínimos- en presencia de bacterias fue Celestún, que tiene 2 playas, llamadas Celestún 1 y Celestún 2, en donde si bien el nivel aumentó casi 100 por ciento, el valor mayor es de apenas 20 microorganismos por 100 mililitros, muy por debajo de la norma, es decir, que es apta para las actividades recreativas.

Si quieres verificar el nivel de contaminación del resto de las playas del Estado, puedes consultarlo dando clic aquí.