Chichén Itzá, Yucatán.- Una concurrencia poco habitual en estas épocas del año atestiguó el eclipse anular de Sol en la zona arqueológica de Chichén Itzá, este sábado.

Miles de visitantes se agolparon en los accesos del sitio prehispánico a donde llegaron en caravanas o de forma individual.

Turistas, en su mayoría e investigadores, recorrieron los principales vestigios de la cultura maya y luego se apostaron frente al templo de Kukulcán o El Castillo.

Desde la explanada se vivió el fenómeno natural: la Luna ocultando al Sol, con un “anillo de fuego”, un espectáculo celeste que privilegió a la Península de Yucatán.

Telescopios, gafas especiales, filtros solares, cajas adaptadas e incluso a través de las sombras de las manos y de árboles fueron recursos utilizados para la observación.

Algo similar, aunque con menos público, se experimentó en la zona arqueológica de Oxkintok, en el municipio de Maxcanú, que recibió a poco más de 200 personas.

Entre los asistentes, el arqueoastrónomo de la UNAM, Jesús Galindo Trejo, y el especialista del Centro INAH-Yucatán, Luis Pantoja, quienes no perdían detalle del suceso y buscaban evidencias novedosas.

Los custodios llamaron la atención a un hombre que hacía sonar un caracol y a quienes subían a las pirámides.

Otras localidades de Yucatán que tuvieron la mayor visibilidad del eclipse: los puertos de Sisal y Celestún, Maxcanú, Halachó, Muna, Santa Elena y Tekax. A ese grupo le siguió Mérida, en menor rango.

(LectorMx)