Mérida, Yucatán.- La crisis de la apicultura acumuló factores adversos durante abril y mayo con sequía y calor históricos, aunados a los incendios forestales.

Productores de la ex zona henequera, de los puntos más golpeados con temperaturas que alcanzaron hasta los 46 grados Celsius, reportaron un fenómeno pocas veces visto en las últimas décadas: miel derretida de los panales de cera y derramada en el suelo, casi como agua.

“Entre el 20 y 30 por ciento de la miel que estaba en los cuadros se perdió…”, estimó un apicultor al describir las pérdidas sólo por el bochorno nunca antes vivido en esta parte del país.

De manera preliminar, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) confirmó que mayo fue el mes más caluroso de la historia en gran parte del territorio nacional.

Al calor extremo en Yucatán se sumaron la sequía y los incendios forestales que arrasaron con la cada vez más escasa vegetación en las regiones productoras.

“Es desastroso, por el extremo calor se secó el néctar y la sequía dejó irregularidades en las fechas de floración, y con los incendios forestales, (nos quedamos) sin árboles melíferos…”, explicó el ingeniero agrónomo Bernardo Caamal Itzá, promotor cultural y difusor de las tradiciones mayas.

“Algunos sí se van a reponer (los árboles melíferos), pero sí es un efecto terrible prácticamente a los apicultores, y luego por otro lado están siendo afectados por los bajos precios de la miel y todo lo que sucede en el mercado internacional (falsificación de miel), lógicamente eso deja en jaque mate a la milpa, pues al final la apicultura es la que apoya la milpa”, resumió el especialista.

La sequía que se ha dado este año estuvo acompañada de temperaturas nunca antes vista. “Fue muy atípico y a eso le sumas los vientos, entonces afectó bastante…”, abundó el originario de Peto.

(LectorMx)