Mérida, Yucatán.- La oleada de moscos que sacude y molesta la población, sobre todo al área urbana, es proveniente de los pantanos y manglares de la zona norte de Yucatán, aseguró el director de Prevención y Protección de la Salud, Manuel Paredes Aguilar.
El funcionario de la Secretaría de Salud en el estado (SSY) planteó en entrevista que los “nortes” han ocasionado fuertes vientos que arrastran a los insectos de la clase aedes taeniorhynchus, un mosquito negro, pequeño pero agresivo.
Explicó que esta especie no es transmisora de las enfermedades del dengue, zika o chikungunya, cuyo el vector es el aedes aegypti.
De éste, afirmó que se mantiene controlado gracias a la colaboración ciudadana al mantener sus patios libres de cacharros o reservorios de larvas.
Esas acciones comunitarias, sostuvo, han permitido un drástico descenso de los casos de dengue, zika y chikungunya.
“Y no es falacia ni son datos ficticios, ya que los reportes de Salud federal así lo confirman”, recalcó el responsable de las campañas de prevención.
De acuerdo con datos oficiales, en cuatro años el número de afectados por dengue se redujo un 96 por ciento y que en las primeras 24 semanas de 2017 sólo se han presentado en Yucatán menos de 50 casos de fiebre, grave o normal, por este padecimiento, cuando en el mismo período de 2012, superaban los mil 300.
Paredes Aguilar informó que a la semana 26 se tienen reportados 53 casos de dengue, 11 de zika y cero de chinkungunya, lo que refleja, insistió, tanto el éxito de las campañas de recoja de cacharros como de limpieza de patios.
Mencionó que la fumigación permite la eliminación de los moscos adultos, pero no de las larvas, de ahí la necesidad de mantener despejados los hogares de recipientes con desechos de agua.
De acuerdo con investigaciones de la SSY, una tapa de botella PET es capaz de contener hasta cien larvas de moscos.
(Foto: Archivo)
(Jesús Mejía)