Merece salir engañado el que al hacer un beneficio,
cuente con la recompensa
Séneca
Julian Santiesteban
Acostumbrados a validar todo lo que desde el gobierno se hace en materia turística, por así convenir a sus coyunturales intereses, las asociaciones empresariales del norte de Quintana Roo, entre las que se encuentran la asociación de hoteles más importante de México, han iniciado una nada callada rebelión en contra – o por lo menos no en favor- de los que consideran han dañado su actividad y puesto en riesgo su futuro.
Si bien desde septiembre de 2015 el presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún y Puerto Morelos, Carlos Gosselin Maurel, dijo que se reunirían con todos los aspirantes a la gubernatura para que les garantizaran el rescate de playas del norte del estado, este mismo empresario y el hotelero José Chapur Zahoul radicalizaron su postura apenas la semana anterior, al evidenciar que “alguien”, durante la administración del ex gobernador Félix González Canto, desvió recursos del pago de Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat), por lo que el crédito contratado para ese fin desde 2005 tendrá que pagarse por siete años más, cuando este año debió liquidarse.
Ante ello, los empresarios plantearon que deberá ser el gobierno estatal el que asuma la deuda, pues a pesar de conocer la situación, luego de realizarse varias reuniones con el secretario estatal de Hacienda, Juan Pablo Guillermo Molina, y la ex secretaria de Turismo estatal, Laura Fernández Piña –ahora candidata a presidenta municipal por Puerto Morelos, el municipio más joven de México, ninguna respuesta se ha dado a la situación.
Esta es tan sólo la más reciente de las peticiones de los hoteleros, pero sus denuncias, aunque aprovechadas por el momento político, no tienen su origen en el proceso electoral, pues ya en marzo de este año plantearon la necesidad de transparentar el uso de recursos de impuestos como el del Hospedaje, pues señalaron que debe aplicarse enteramente para promoción turística, y a la fecha a empresarios del ramo se les adeudan más de trescientos millones de pesos, petición que fue también respaldada por el Consejo Coordinador Empresarial del Caribe (CCEC); la Asociación de Hoteles de Cancún y Puerto Morelos (AHCyPM); Asociados Náuticos; Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), así como la Cámara Nacional de Comercio y Servicios Turísticos (CANACO Servitur). Vaya rebelión.
Lo que queda claro pues es que los empresarios no tienen intereses políticos, sólo económicos y el momento de transición sólo los ha “envalentonado” para levantar la voz; pero cuando desde el gobierno estatal y los diputados federales por Quintana Roo impulsaron el huso de cambio horario, que a la postre se aprobó para la entidad, los hoteleros aseguraban que se beneficiaría toda la industria turística, lo cual de ninguna manera fue así, aunque se cumplió su petición. Lo que denuncian sin duda ha de ser cierto, pero vaya que el pasado han sido cómplices de esas y muchas más situaciones irregulares.
Y es que así como validaron el cambio de huso horario, también avalaron la creación del municipio de Puerto Morelos, negando que represente una carga económica y asegurando que su creación permitiría la creación de infraestructura. Irónico, pues a la postre, una de las candidatas, Laura Fernández Piña, fue una de las funcionarias que nunca resolvió –como secretaria de Turismo-, lo que tanto ahora demandan.
Ese “doble juego” de los hoteleros evidencia su actuar en la vida pública de Quintana Roo, pues el presidente de los hoteleros un día defiende todo lo que desde el gobierno se hace para el turismo, y el otro declara a medios frases como “somos los que movemos al turismo y tenemos derecho a exigir” (http://www.reportur.com/mexico/2016/03/10/empresarios-turisticos-leeran-la-cartilla-a-candidatos-en-quintana-roo/); aun a pesar de lo cierto de sus exigencias, pues “organismos nacionales como la Asociación Nacional de Cadenas de Hoteles, refieren que Quintana Roo es la entidad que mayores recursos recauda por Impuesto al Hospedaje, pero es al mismo tiempo la entidad con mayor opacidad en el destino que se le da a esos ingresos”, publicó El Economista apenas en marzo del presente año, nota en la que por cierto, ya se denunciaba el desvío de recursos del crédito para la recuperación de playas, durante la administración de Félix González Canto.
Como se observa pues, no es sólo una demanda la que los empresarios han hecho, y las irregularidades denunciadas son muchas más, pues a lo ya planteado también han revelado la Oficina de Visitantes y Convenciones adeuda a los hoteleros unos 180 mil dólares, por la falta de entrega de recursos comprometidos como ayuda para la organización del Travel Mart Cancún Summit en los pasados 3 años, lo que evidencia que la situación no es reciente. ¿Será que las denuncias se hacen esperando que, en los próximos cinco meses que le quedan a la actual administración estatal, los recursos “aparezcan”, o será que los hoteleros –por ahora- estarán jugando con un candidato que no sea el “oficial”? conste que es pregunta.
Habrá que ver entonces qué respuestas da sobre el caso el ex gobernador Félix González Canto, -actual senador, e irónicamente presidente de la Comisión de Turismo del Senado-, qué solución otorga el gobierno estatal en los cinco meses que le quedan a la actual gestión; cuál de los candidatos decide tomar como suyas las demandas de los hoteleros, y con cuál finalmente estos deciden su futuro por los próximos seis años, porque lo cierto es que lo que a ellos importa es su dinero, la viabilidad económica del estado, esa que la resuelvan los gobiernos; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra.