Mérida, Yucatán.- Yucatán y Tlaxcala son los estados donde se observan los porcentajes más altos de hijos nacidos vivos con lactancia materna, mismos que son superiores al 95.2 por ciento, incluso con períodos promedios de ocho meses, reveló la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid) del Inegi.
Con la finalidad de promover la “cultura de la lactancia materna”, y en conmemoración de la Semana Mundial de la Lactancia Materna del 1 al 7 de agosto, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) difundió un panorama general de esta práctica entre mujeres mexicanas de 15 a 49 años que de 2009 a septiembre de 2014 tuvieron un hijo nacido vivo.
El Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Yucatán lleva al cabo una campaña durante todo este mes para promover la lactancia en todos los ámbitos de la vida social. Su director, Limber Sosa Lara, llamó incluso a los empresarios de tiendas y plazas comerciales a no prohibir sino facilitar la lactancia y abrir espacios para ello.
Durango, Coahuila y Aguascalientes, Sonora, Baja California y Chihuahua (la mayoría estados norteños) son los que presentan porcentajes menores al 88 por ciento de hijos nacidos vivos con lactancia materna.
En México, de enero de 2009 a septiembre de 2014, del total de hijos nacidos vivos de mujeres de 15 a 49 años, 91.4 por ciento recibieron leche materna. Los hijos nacidos vivos de las mujeres del grupo de 25 a 29 años son quienes reportan los porcentajes más altos de lactancia materna: 93.1 por ciento a nivel nacional.
A nivel nacional, 40.5 por ciento de los recién nacidos son alimentados con leche materna durante su primera hora de vida.
En el país, la duración media de la lactancia materna es de 8.8 meses. Oaxaca es la entidad con la mayor duración media, con 12.6 meses seguido de Guerrero y Chiapas con 11 meses. Yucatán figuran con ocho meses en promedio, por debajo del promedio nacional que es de 8.8 meses.
Entre las mujeres que no dieron leche materna, las principales razones de no lactancia son: “nunca tuvo leche” (33.4%), “el (la) niño(a) la rechazó” (25.9%) y “estaba enferma” (14.2 por ciento).
El uno de agosto de 1990 se firmó en Florencia, Italia, la Declaración de “Innocenti, sobre la Protección, Promoción y Apoyo de la Lactancia Materna”, en la cual se le reconoce como un proceso único que contribuye a la nutrición y sano desarrollo en la infancia y que además impacta positivamente en la salud de las mujeres.
Se reconoció la evidencia científica que recomienda su consumo de forma exclusiva durante los primeros seis meses de vida, por lo que se insta a alcanzar la meta global de la práctica de la lactancia, creando consciencia y generando apoyo para las mujeres a través de la “cultura de la lactancia materna”.
(Jesús Mejía)