Mérida, Yucatán.- Los 89 árboles que fueron cortados en la parte central del distribuidor vial (puente) de la carretera Mérida-Progreso, algunos de ellos de especies protegidas, estaban en una zona federal, es decir, bajo responsabilidad del Gobierno de México.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), autoridad federal que coordina la obra, se comprometió a enviar el documento en el supuestamente que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autorizó talar el área, pero hasta ahora no lo ha mostrado.
Se buscó la opinión del Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma), pero se excusó con el argumento de que la obra es de competencia federal, es decir, de la SCT.
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Por su parte, el Ayuntamiento de Mérida se dijo limitado para aplicar el reglamento de arbolado urbano, que impide el corte de los árboles si no hay un dictamen de especialistas (biólogos) que lo determine, y avalado por un comité técnico, por se una obra federal.
Como informamos este sábado, especialistas en la conservación de la flora, denunciaron el corte “masivo” de árboles en el “libramiento” de periférico y carretera a Progreso. Contaron 89 árboles de diferentes especies, entre los que hay protegidas como el cedro, pero también habín y flamboyán, entre otros.
De acuerdo con los denunciantes, los árboles tenían entre 8 y 15 años de edad, o cuando menos el tiempo que tiene de operar ese distribuidor vial, el primero que se construyó en periférico de Mérida.
Los especialistas en conservación de la flora denunciaron -bajo el anonimato- ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y el Ayuntamiento de Mérida la tala de 89 árboles, según un conteo que realizaron en el lugar de los hechos.
A pesar de la denuncia pública, los trabajos en la zona continuaron este lunes 5 y martes 6: maquinaria pesada retiró los restos de los árboles que se cortaron y que permanecían en al “camellón”, en la parte poniente del puente, afuera de la estructura.
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La zona devastada, en la que algunos árboles fueron cortados y otros derribados al parecer con maquinaria, es de aproximadamente unos 800 metros, pues no sólo abarca la parte que está en medio de la estructura sino metros más adelante, tanto hacia el oriente como en el poniente, “bajando” el puente.
Hasta ahora, de 3 asociaciones ambientalistas a las que se les solicitó su opinión por la tala “masiva”, solamente una respondió al llamado. Sin embargo, pidió tiempo para estudiar el Manifiesto de Impacto Ambiental, antes de hablar del tema.