Los resultados se muestran magníficos: cinco pacientes parecen haber erradicado el virus del VIH en su cuerpo. Uno de los pacientes, indican los investigadores, ni siquiera muestra anticuerpos contra el virus. Estos aparecerían solo si hubiese algún resto en su organismo. Es decir, está completamente limpio.

La terapia no es cosa de magia, ni tampoco es un retroviral potentísimo, sino un tratamiento con células madre. Desde hace ya una década sabemos que este tratamiento esconde un secreto contra el temido sida, pero seguimos sin saber cómo funciona.

Este estudio nos acerca más aún a una terapia que nos permita combatir al VIH de manera efectiva. Aunque increíblemente prometedor, el tratamiento todavía está en fase clínica, por lo que todavía queda al menos otra década para ver una terapia. La esperanza contra la enfermedad, sin embargo, ya se perfila.

Usar las células madre para combatir el VIH
El VIH, el virus causante del sida, es bastante complicado. Una vez que infecta un cuerpo, prácticamente “no lo deja escapar”. Desde hace tiempo tenemos varias herramientas para tratar el VIH. Estas han ido mejorando con los años, especialmente los antirretrovirales, que son sustancias capaces de detener la propagación del virus.

Pero esto no cura el VIH (ni tampoco evita que se transmita), sino que lo mantiene a raya. Una de las razones es que el virus se mantiene en el cuerpo “dormido”. El reservorio del virus latente no es otro que nuestras propias células inmunitarias. Estas “guardan” el virus sin que nadie las moleste, hasta que se produce una nueva infección.

El estudio presentado por María Salgado y Javier Martínez-Picado muestra que se puede erradicar este reservorio mediante un tratamiento de trasplante de células madre. Este tipo de terapias solo se aconseja a la hora de tratar enfermedades graves relacionadas con la sangre.

Para comprobar su éxito total, los investigadores habrán de comprobar que los resultados se mantienen retirando la medicación una vez eliminada la presencia del virus

Sin embargo, tal y como han comprobado, de los seis pacientes estudiados, cinco han eliminado el virus de su organismo. Uno de ellos, incluso, ya no tiene restos de anticuerpo contra el virus, lo que indica que no hay ni rastro de VIH. El sexto paciente sí que dio positivo. Este, señalan los investigadores, recibió un trasplante de sangre de cordón umbilical, a diferencia del resto, que fue de médula ósea. Esto hace que tarde mucho más tiempo en reemplazar todas sus células por las células del donante.

El tratamiento no elimina en sí mismo el virus, sino que reemplaza las células que hacen de reservorio. Para eliminar el virus, los pacientes han de seguir tomando el antirretroviral que lo mantiene a raya. Además, el estudio todavía está en sus primeras fases. Para comprobar su éxito total, los investigadores habrán de comprobar que los resultados se mantienen retirando la medicación una vez eliminada la presencia del virus.

(Información completa: xataka.com)