Por Adela Mac Swiney González
Madrid, España.- La organización conservacionista World Wildlife Fund (WWF) lanzó hoy su nueva campaña “Recoge el Guante” para apelar a la responsabilidad ciudadana para que depositen los guantes y mascarillas en los contenedores de restos y evitar así la contaminación de los ríos y los mares.
Indicó que la crisis del coronavirus ha hecho resurgir la utilización de plástico para uso sanitario, alimentación y embalaje, con la intención de reducir contagios y frenar la transmisión del virus, aumentando los residuos en vertederos pero también en las ciudades y en la naturaleza.
Aseguró que en pocos días se han hecho comunes las imágenes de mascarillas o guantes arrojados incívicamente en cualquier lugar, pudiendo contaminar a las personas y llegar al mar a través alcantarillado y arroyos, como ya se ha comprobado en el Mediterráneo y en otros mares del mundo.
Por ello, WWF manifestó que teme que a medida que avance la desescalada en todo el mundo, la contaminación aumente ensuciando las playas, provocando la muerte de tortugas y otra fauna marina al confundir los guantes con medusas y otros alimentos.
Esto agravaría la situación actual en la que se calcula que 100 mil animales marinos mueren atrapados, asfixiados o envenenados por los plásticos cada año.
Esta nueva ola de plásticos sanitarios empeorará la situación denunciada por WWF en sus informes “Una trampa de plástico” y “Stop the food the plastic” y terminarán convirtiéndose en microplásticos que pueden llegar al organismo humano.
Estos informes también muestran cómo cada año se vierten a la naturaleza 100 millones de toneladas de residuos plásticos y la décima parte va a parar al mar, una cifra que aumentará si no hay una correcta gestión de residuos como los guantes y mascarillas.
Se trata de un escenario muy preocupante, especialmente ahora que se acerca el verano y la llegada de turismo en plena desescalada, momento en el que la basura marina se incremente hasta en un 40 por ciento, recalcó la organización.
Poniendo como ejemplo a Italia, uno de los sitios donde la pandemia por el coronavirus Covid-19 afectó gravemente, si tan solo el uno por ciento de las mascarillas que se han usado en ese país se desechara de forma incorrecta y se dispersara por la naturaleza, podría estimarse que 10 millones de mascarillas contaminarán el medio ambiente.
Teniendo en cuenta que el peso de cada mascarilla es de aproximadamente 4 gramos, esto daría como resultado la dispersión de más de 40 mil kilos de plástico en la naturaleza. Si a ello se agrega que una mascarilla quirúrgica puede tardar hasta 400 años en desintegrase, la situación puede llegar a un punto crítico.
Mientras tanto, la industria del plástico presiona en Europa y todo el mundo para que se paralice la decisión de prohibir para el año 2021 el uso de artículos con este material de un solo uso.
Ante esta situación, WWF recalcó que la contaminación por plásticos puede llegar a una situación crítica si no se toman medidas decididas y reclama que no se retroceda ni un paso con los compromisos adoptados para eliminar los plásticos de un solo uso en junio de 2021.
Con la campaña “Recoge el Guante” WWF ofrece consejos prácticos para concienciar y apelar al civismo y la responsabilidad ciudadana a fin de que depositen sus guantes y mascarillas en los contenedores de restos y en los habilitados para tal fin y que, siempre que sea posible, apuesten por mascarillas reutilizables y reduzcan el uso de guantes, mediante un lavado frecuente de manos como recomiendan las autoridades.
Además, la organización está impulsando una petición a nivel global para pedir la adopción de un Acuerdo Global vinculante que obligue a todos los países a prohibir los vertidos de plástico a los océanos para 2030.