Mérida, Yucatán.- Las comunidades rurales de Yucatán pasarán una de las navidades más austeras y precarias que han vivido por la pérdida de empleos, de cosechas y apiarios provocados tanto por la pandemia del Covid-19 como por los ciclones que destruyeron cultivos.

El promotor de la milpa maya y de las cabañuelas, Bernardo Caamal Itzá, sostuvo lo anterior y expuso que las restricciones económicas y la cancelación de fuentes de trabajo que ha propiciado la emergencia sanitaria han obligado a mucha gente al retorno a sus comunidades de origen.

Identificado por su labor de interacción permanente con los mayahablantes del sur del estado, explicó que el cierre de los complejos turísticos de la Riviera Maya y de oportunidades en Mérida llevó a jefas y jefes de familia a regresar a sus casas para poder sostenerse y sobrevivir.

El también defensor y promotor de las tradiciones y la cultura maya mencionó que las tormentas tropicales “Gamma”, “Cristóbal” y “Amanda”, así como los huracanes de este año propiciaron intensas lluvias qué provocaron la destrucción de la producción agrícola y en menor medida la pecuaria.

Las cosechas no se lograron –remarcó–, mientras que el 70 por ciento de los apiarios se perdieron, lo que aunado al bajo costo de la miel de entre 18 y 20 pesos el kilogramo, agravaron la situación de los trabajadores del campo.

Estas pérdidas económicas, además del creciente desempleo, colocaron a las familias al borde de la desesperación, por lo que para ellas esta Navidad será de las más austeras, insistió.

El impulsor de la radio comunitaria, con cobertura en los municipios de Oxkutzcab, Peto, Yaxcabá y Chikindzonot, incluso de Morelos, Quintana Roo, y algunas de Campeche, dijo conocer esa crisis severa entre la población por sus recorridos y visitas a esos núcleos.

Por si faltara, los campesinos parecen carencias en materia de salud, ya que los esfuerzos institucionales están orientados a la prevención y control del Covid-19, por lo que las enfermedades gastrointestinales, fiebres y otros padecimientos son atendidos mediante la medicina tradicional.

Las familias campesinas se encuentran muy atemorizadas, viven una psicosis por la amenaza que representa la pandemia y su estela de víctimas mortales, reveló.

Caamal Itzá, agrónomo egresado de la Universidad de Chapingo, expresó su esperanza de que este panorama cambie para el 2021 y que vuelvan los empleos y los ingresos para los más pobres.

(LectorMx)