Mérida, Yucatán.- Los eclipses de sol, como el que ocurrirá este 10 de junio en el hemisferio norte, y que será visible en una franja delgada de países como Canadá o Groenlandia, suelen ocurrir mínimo dos veces al año, pero el área que abarcan es estrecha y por eso son visibles en zonas muy pequeñas del mundo, aún en modo parcial.
Esta “rareza” los convierte en espectáculos menos “masivos” y, por ende”, más “buscados”; de hecho, existen personas que van a la “caza” de esta alineación de astros del sistema solar. Hay incluso promoción turística para que las personas acudan a presenciarlo.
En cambio, los de luna, como el que ocurrió del 26 de mayo pasado que fue visible en el estado de Yucatán son menos frecuentes pero abarcan prácticamente la mitad del planeta, lo que los convierte en espectáculos más disfrutables por obvias razones, aun cuando, como en el de sol, no todos los testigos lo observan completo.
En esta ocasión, el “ocultamiento” del Sol no será visible ni siquiera parcialmente en la Península de Yucatán; la última vez que vimos uno -y no fue completo- fue el 21 de agosto de 2017, hace casi 4 años, y el porcentaje fue de poco más de la mitad: 56 por ciento. Antes, en 1991, hace 30 años, el 11 de julio, se apreció el 75 por ciento del fenómeno de ese año, que en sitios como la Ciudad de México se vio al 100 por ciento.
Ya “entrados en gastos” de los datos históricos, el astrónomo yucateco Eddie Salazar Gamboa recuerda que, en la ciudad de Mérida, no ha ocurrido -y por tanto nadie que esté vivo lo ha visto- un eclipse total de sol desde el año 1140, o sea, hace 881 años. De acuerdo con los datos proporcionados por el astrónomo, el ocultamiento del astro rey ocurrió el 20 de marzo a las 8:00 horas (8 de la mañana) y tardó 4:42 minutos.
Ya la verdadera mala noticia para los meridanos es que, contrario a lo que pudiera pensarse dado que ha transcurrido mucho tiempo y cualquiera diría que “ya nos toca”, no habrá un eclipse total de sol sino hasta el 14 de julio del año 2512, o sea, dentro de casi 500 años (491).
En conclusión -y muy desafortunada, claro está- ninguna persona que esté viva hoy ni sus descendientes de varias de generaciones futuras verán un eclipse total de sol en Mérida, Yucatán.
Así que, para los meridanos, la única forma de “disfrutar” de un espectáculo tan especial, será viajar en busca de alguno en los próximos años para “no quedarse con las ganas”. El próximo, como ya hemos informado, se verá hasta en 90 por ciento en el 2023.