Mérida, Yucatán.- Con el propósito de contrarrestar prejuicios que los colocan como antros, tugurios o giros negros, los propietarios de cantinas pretenden organizarse en una asociación y defender sus derechos como sitios tradicionales de reunión social y cultural.

El vocero y asesor legal de ese tipo de establecimientos, Óscar Sauri Bazán, informó que realizarán una asamblea este miércoles 13 de octubre con la finalidad de recuperar y mantener ese modelo de negocio que enfrenta, dijo, ataques y campañas para su desaparición.

Refirió que la anterior Alianza de Cantineros de Yucatán desapareció en 2019 tras el fallecimiento de su fundador Edmundo Echeverría Urcelay.

Se estima que existen más de 100 cantinas en Mérida y por lo menos dos en cada uno de los 105 municipios restantes de Yucatán, los cuales, añadió, enfrentan cierres o una severa crisis económica por las restricciones que impusieron las autoridades sanitarias por la pandemia del Covid-19.

Las cantinas, aclaró en entrevista, nada tienen que ver con los bares, centros nocturnos, cabarets, pizzerías, restaurantes o loncherías con permiso de venta de bebidas alcohólicas.

La cantina, afirmó, es un centro de tradición vernácula, de reunión social y de negocios con servicio de bebidas y botanas. El problema ahora es que a la cantina la asocian con algo sucio, ilegal o con los vicios, lamentó.

Es un espacio tradicional, en el que se comparte la gastronomía yucateca, ya que se sirven como botanas: zanahoria con naranja agria, salpicón de pavo, tacos de escabeche y polcanes, entre otros preparados que son parte de nuestra tradición culinaria.

El abogado criticó la limitada visión del actual Reglamento de Control y Vigilancia Sanitaria de los Establecimientos que Expenden Alimentos y Bebidas en General en Yucatán, que aplica la Secretaría estatal de Salud.

Indicó que en la práctica esos negocios son negados, dado que el artículo 61 establece que en el estado de Yucatán queda prohibida la apertura de nuevas cantinas, pero se permitirá el cambio de propietario.

Además, reveló que las autoridades locales solicitan cinco mil pesos para la reapertura provisional, lo cual ha despertado el descontento y molestia de los dueños o encargados, ya que no han tenido ingresos y y desean volver a trabajar con las autorizaciones vigentes.

Sauri Bazán, quien durante el gobierno de Ivonne Ortega Pacheco fungió como director de Literatura y dotó a una red de cantinas de paquetes de libros para el fomento de la lectura, expuso que el gobierno del estado debe ser un facilitador en este proceso de reactivación económica.

Alegó que esos negocios no sólo generan fuentes de empleo, sino son sitios de referencia de las tradiciones y cultura.

Los horarios de funcionamiento favorecen más a los restaurantes, salones de baile, discotecas y bares con permisos de operación desde el mediodía hasta las 3 de la mañana, mientras que las cantinas sólo tienen de las 12:00 a las 22:00 horas.

Algunas de las cantinas tradicionales: La Negrita, El Dzalbay, El Despachito, Campeche y Los Leoncitos, entre otros, que son referentes en la ciudad.

(LectorMx)