Xcalacoop, Yucatán.- La contadora pública Marisol Cen Caamal, nueva titular de la Dirección de Finanzas y Tesorería del Municipio de Mérida, goza de reconocimiento nacional e internacional.

Originaria de la comisaría de Xcalacoop, municipio de Tinum, es reconocida por su esfuerzo personal y sus aportaciones en el ámbito social: es Fundadora de Kookay Educación y académica de la Universidad Anáhuac Mayab.

La descendiente de mayas tiene Maestrías en Finanzas y Enseñanza Efectiva, ambas por la Universidad Anáhuac Mayab, y Master en Dirección y Gestión de la Calidad de Centros Educativos por la Universidad Francisco de Vitoria (España).

Marisol ha sido profesora universitaria desde hace 20 años y actualmente se desempeña como directora de las Licenciaturas en Finanzas y Contaduría Pública, y Dirección y Administración de Empresas en la Universidad Anáhuac Mérida, además de ser Fundadora de Kookay Consultoría en Finanzas.

En esta última aboga por enseñar educación financiera a las comunidades rurales para evitar abusos en el cobro de créditos.

“Es una mujer muy luchadora que ha aprendido a llegar donde está…”, describió un habitante de Xcalacoop, quien pidió omitir su nombre.

“Son personas humildes, sencillas como casi todos aquí en el pueblo”, abundó el declarante.

A “Businessweek México”, Marisol describió parte de su infancia.

—Mi apodo era xi’ipal (niño), porque fui la primera mujer que usó pantalones en el pueblo —refirió.

La reconocida profesionista estuvo a punto de abandonar su educación básica, por discriminación y burlas; se mantuvo en el camino por el apoyo de su madre.

Su padre Gabriel Cen fue gerente de los hoteles Mayaland y La Hacienda, así como del Playacar, en Cancún, entre los ochentas y noventas, pero actualmente a sus 70 años de edad se sostiene de la venta de carne y longaniza ahumada, alimentos fritos y cochinita los domingos.

Marisol habla maya, español, inglés y francés.

La revista “Proteja su Dinero”, de la Condusef (Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros), publicó el año pasado una entrevista donde ella desvela preocupaciones y prioridades.

Por considerarlo de interés, reproducimos un segmento de ese material disponible vía digital.

A la pregunta de qué razones la llevaron a impulsar la educación financiera en el sector rural, citó los abusos en que algunas empresas incurren al momento de otorgar créditos y las malas formas de cobranza, por ejemplo, las amenazas que les hacen a las personas cuando solicitan algún tipo de crédito y no pueden pagarlo.

Lograr la independencia financiera de las mujeres es una de las principales metas de la educación financiera rural, apuntó.

“Por naturaleza, las mujeres han sido administradoras del hogar, en los pueblos te das cuenta cómo las mujeres hacen maravilla con el dinero, ya que lamentablemente los varones migran o salen a trabajar y quien se queda en casa es la mujer.
Cuando la mujer sabe administrar los recursos con los que cuenta y transmite la importancia del dinero a sus hijas e hijos, se asegura que a toda la familia le vaya bien. Entonces yo considero que cuando le enseñas Educación Financiera a una mujer, estás sembrando una semilla de bienestar en toda una familia o comunidad”, afirmó entonces.

También reprochó que siempre se habla de inclusión, de que lleguen los productos y servicios financieros a los pueblos, “pero lo que yo estoy viendo es que los productos que más llegan acá son los de deuda, lo relacionado con los créditos”.

Sin manejo adecuado –advirtió–, la herramienta del crédito se convierte en un arma de doble filo.

¿Cómo debería diferenciarse la enseñanza de la educación financiera en comunidades rurales?, se le inquirió.

—Yo creo que el concepto de riqueza en una comunidad es totalmente diferente al que se tiene en las grandes ciudades, aquí mientras no te falte comida, no consideras que vives en la pobreza. Tal vez la gente de otras ciudades nos considera pobres, pero en los pueblos no nos consideramos pobres porque tenemos todo para subsistir: animales, plantas, verduras, frutas, granos, etc.

Lo preocupante ahora es que el consumismo exacerbado está llegando a las comunidades con los medios masivos de comunicación y las redes sociales.

Lamentablemente ahora en las comunidades, ves a las y los jóvenes queriendo vivir un estilo de vida como el que se vive en las grandes ciudades.

No es que esté mal, pero las juventudes hacen compras solo por moda, no compran de manera inteligente. Por ejemplo: compran ropa cara en hasta 52 pagos, entonces siguen pagando su ropa cuando ésta ya no sirve o ya está rota. Entonces debemos tratar dos temas de educación de manera urgente en las comunidades rurales: el consumismo y no abusar del uso de los créditos.

Si se combinan estos dos males, la gente puede llegar a perder hasta su patrimonio y esto les genera angustia y estrés. Merman su calidad de vida por no saber cómo manejar las deudas que adquieren con estas compras a crédito. Ahora bien, que aprendan a ahorrar y a invertir sería el extra dentro de los temas de educación financiera en las comunidades rurales.
https://revista.condusef.gob.mx/wp-content/uploads/2023/05/marisol_278.pdf