Por Adela Mac Swiney González
Madrid, España.- Estados Unidos y la Unión Europea deben asumir más de la mitad del costo de reparación de las pérdidas y daños que genera el cambio climático en los países en desarrollo, reveló el informe “Pueden los daños y las pérdidas provocados por el Cambio Climático ser justos”.
El informe, elaborado por más de un centenar de organizaciones entre las que se incluye World Wildlife Fund (WWF) fue presentado hoy en la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático que se inauguró el lunes pasado y concluirá el próximo día 13.
WWF señaló hoy que la reparación por pérdidas y daños a los países en desarrollo es uno de los núcleos duros de la negociación climática de la COP 25.
Apuntó que “quedan por definir mecanismos para movilizar financiamiento climático a través de fuentes nuevas e innovadoras como los impuestos a los combustibles fósiles y transacciones financieras, que podrían generar recursos a gran escala para los países que están en primera línea de los efectos del cambio climático”.
El análisis presentado hoy determina cuánta responsabilidad económica tienen los países desarrollados por el impacto devastador que tiene el aumento de la temperatura global en los países en desarrollo.
Asimismo, destaca la necesidad de establecer respuestas eficientes frente a los desastres climáticos, repensar el sistema global alimentario para hacerlo resiliente frente a ecosistemas desestabilizados, y dar una respuesta a la creciente crisis migratoria que proteja los derechos de las personas que se ven obligadas a abandonar sus hogares.
El primer paso que subraya este documento es que los países desarrollados comiencen inmediatamente a proporcionar financiamiento público no solo para apoyar la adaptación climática, sino también para abordar las pérdidas y daños que ya está causando el cambio climático.
Las organizaciones de la sociedad civil han calculado la “parte justa” de responsabilidad que deben asumir los países y para ello, han utilizado un análisis de equidad, basado en contribuciones históricas al cambio climático, a través de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), y su capacidad para tomar medidas climáticas, en función del ingreso nacional, teniendo en cuenta qué es necesario para proporcionar niveles de vida básicos.
En este sentido, el informe estima que Estados Unidos debe asumir al menos el 30 por ciento de los costos por daños causados, la UE el 24 por ciento mientras a India le correspondería un exiguo 0.5 por ciento.
El informe sugiere que, con base a las estimaciones de los costos de pérdidas y daños en los países en desarrollo, se debería proporcionar un financiamiento nuevo y adicional de 50 mil millones de dólares para 2022, aumentando a un mínimo de 300 mil millones de dólares para 2030.
El informe insistió en que los países en desarrollo ya soportan la mayor parte de los costos humanos y ambientales del cambio climático.
Puso como ejemplo que Mozambique se encuentra entre los países del sur de África que experimentan una crisis alimentaria que afecta a 45 millones de personas. A principios de este año, comunidades enteras fueron golpeadas por dos ciclones sin precedentes, Idai y Kenneth, que mataron a 648 personas, desplazaron a millones, destruyendo sus hogares, infraestructuras y cultivos, lo que ha causado daños por más de 3 millones de dólares.
Sandeep Chamling Rai, experto en Política Global de Adaptación Climática para WWF apuntó que “la lucha de las personas por la justicia política social y económica se ha posicionado en el centro del tablero, en paralelo con la lucha contra la crisis climática”.
Agregó que estas luchas son alimentadas por la creciente desigualdad, la pobreza y los impactos del cambio climático en las comunidades más pobres y marginadas y los ecosistemas vulnerables de todo el mundo. “Tenemos poco tiempo para responder a las crecientes demandas de las personas”, anotó.
Resaltó que si queremos evitar el caos, los países ricos deben priorizar el financiamiento de pérdidas y daños. “Una forma de enfocar estos esfuerzos sería mejorando las soluciones basadas en la naturaleza, minimizando así las pérdidas y daños futuros al mismo tiempo que se aborda la crisis climática”, concluyó.