Por Adela Mac Swiney González

San Sebastián, España.- El cineasta Pedro Almodóvar recibió hoy el Premio Donostia del Festival de San Sebastián de manos de la actriz y modelo británica Tilda Swinton. Antes, en una rueda de prensa aseguró que “tengo una vocación que es mucho más fuerte que yo mismo, la vocación de hacer cine, y si no consigo hacer cine seré la persona más desgraciada del universo”.

En el Auditorio Kursaal, emocionado e intentando reprimir las lágrimas, hizo una encendida defensa de la libertad, en la ficción y en la realidad, cuando se cumplen 44 años después de debutar en la sección Nuevos Realizadores del certamen, a donde vino, en ese entonces con “Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón”, la cual definió como una película defectuosa, “pero significó el principio, era una película tan defectuosa, que el defecto se convirtió en estilo, así de descarado era yo”.

Además de recibir el Premio Donostia, Álmodovar presentó en San Sebastián su última película, “La habitación de al lado”, película que ganó el León de Oro de la Mostra de Venecia y ahora está entre las seleccionadas para los Premios del Cine Europeo 2024.

En su discurso, Almodóvar afirmó que su “pasión por el cine” ha dado una dirección a su vida y probablemente le ha salvado de muchos peligros. “A mi edad un premio como el Donostia puede indicar el final de un camino, y una recompensa por haberlo recorrido, pero yo no lo vivo así. Para mí el cine es una bendición o una maldición. No intuyo otro tipo de vida que la de escribir y dirigir sin pausa”, declaró, al tiempo que ha advertido de que la alternativa “es el vacío”.

“Mi vocación ha sido y sigue siendo más fuerte que yo y todo lo que me rodea; este oficio es el mejor del mundo y merecía la pena que yo me entregara a él sin limitaciones. Más que nunca, el cine es mi vida y mi vida no tendría sentido sin el cine”, dijo.

A su juicio, “la vida, tanto en la ficción como en la realidad, es compleja y entraña multitud de peligros, pero sin libertad, la vida no merece la pena”.

El cineasta, que ayer cumplió 75 años de edad, llamó a hacer lo posible “por que las grandes tragedias, el dolor cotidiano, la incomprensión, la mentira, la falta de empatía, la injusticia social, el odio, todo lo negativo imaginable, hagamos que pertenezca a la ficción y que la vida real transcurra de un modo justo, en paz, y muy entretenida por las ficciones que solo existirán en nuestras pantallas. Sé que pido demasiado, pero siempre ha sido así, desde que llegué a Madrid en 1970, pretendiendo dedicarme a dirigir películas. Muchas gracias por este premio, y gracias por escucharme”.

Juan Diego Botto, Victoria Luengo, Raúl Arévalo y Melina Matthews acompañaron sobre el escenario a Tilda Swinton, coprotagonista de “La habitación de al lado” junto a Julianne Moore, y al propio Almodóvar. “Mi película es mi respuesta a tantos mensajes de odio que vemos y oímos casi diariamente. Nunca como hasta ahora el odio ha podido organizarse, de modo anónimo, impunemente. Mi película representa lo opuesto -la empatía, acompañar y ayudar- y ojalá les emocione tanto como a los que la hemos hecho”, declaró el director.

Swinton que el cine de Almodóvar “proporciona consuelo humano y familiar y nos ilumina” y agregó que hacia él que “nos has cautivado, divertido, emocionado y acompañado durante casi medio siglo. Y no atisbamos el final”.

La actriz británica manifestó estar encantada con Pedro, “porque ha sido una bendición en mi vida encontrarle, le conozco menos que muchos de ustedes aquí, pero ya es una parte central de mi vida, es un pirata y yo soy una pirata y hay mucha gente en el público que quiere cine de piratas”.

(LectorMx)