Mérida, Yucatán.- Los antiguos mayas utilizaban la sal en el tratamiento póstumo de los cuerpos, de acuerdo con evidencias halladas por especialistas en entierros de la zona arqueológica de Yaxunah –ubicada a 25 kilómetros al sureste de Chichén Itzá–, en el municipio de Yaxcabá.
Directivos de la Facultad de Antropología de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) informaron lo anterior al anunciar el Tercer Coloquio Internacional de Bioarqueología los días 2 y 3 de noviembre próximo, en el que se tratarán temas relacionados con los entierros funerarios, las prácticas mortuorias, hallazgos en la Península de Yucatán y los sacrificios humanos.
La directora del plantel, Celia Rosado; la investigadora Vera Tiesler y el experto japonés Shintaro Suzuki, además del director de la Alianza Francesa, Alexandre Guillochon, anunciaron el encuentro que prevé reunir a casi 60 personalidades de Guatemala, Costa Rica, Canadá, Estados Unidos, Japón, Francia, España, Alemania y México.
Respecto a los entierros humanos, los especialistas indicaron haber realizado estudios fisicoquímicos que identificaron con frecuencia la presencia salina en envoltorios funerarios, que a la fecha no habían llamado la atención pues lo consideraban consecuencia de procesos de degradación en contextos de alta humedad y cierta salinidad.
Sin embargo, la elevada proporción de sal que aparece asociada a los pigmentos con los que fueron recubiertas las osamentas de algunos de los individuos que han sido hallados en tumbas y enterramientos en Yaxunah sugieren que su uso pudo ser intencionado como parte del tratamiento que se aplicó para favorecer su mejor conservación.
Esta hipótesis ha tomado fuerza entre los antropólogos mayistas al valorar los resultados del estudio a esas osamentas de Yaxunah, catalogada ciudad proveedora de bienes a Chichén Itzá y que tuvo su auge entre los años 600 y 900 antes de Cristo.
Otros de los puntos a abordar en 19 ponencias matutinas y vespertinas son los relacionados con el descubrimiento en 2007 del Hoyo Negro, una inmensa cámara subterránea con los restos de más de 30 mamíferos grandes y el esqueleto casi completo de una niña de 16 años, los cuales datan de hace más de 10 mil años.
Investigadores que forman parte del proyecto de investigación de foso localizado en territorio de Quintana Roo, darán un espacio amplio y para describir y resaltar la antigüedad de la osamenta de la mujer cuya antigüedad se estima entre 13 mil y 12 mil años, con un estado de conservación casi intacto y que podría representar los restos humanos más antiguos de Mesoamérica incluso mayor que el llamado Hombre de Tepexpan (10 mil años).
Otro asunto que será atendido es el desollamiento humano en el Templo Mayor de Tenochtitlán, ya que recientes trabajos en el sitio permitieron el rescate de considerables restos óseos humanos con evidentes marcas de corte causadas por el desprendimiento de la piel.
En su conferencia, el especialista Víctor Cortez Meléndez, quien forma parte del proyecto del Templo Mayor, dará a conocer un informe del análisis de 31 cráneos con evidencia de desollamiento humano, los cuales formaban parte de las ofrendas del recinto sagrado de Tenochtitlán.
El congreso reunirá también a expertos de la zona Arqueológica de Toniná, Chiapas, de donde reportaron el hallazgo de más de 11 mil huesos humanos, todos ellos en un depósito localizado en el área del Mural de la Muerte o de las 4 Eras, donde se encuentra representado Yum Kimil, señor de Xibalbá, que sujeta una cabeza decapitada de un gobernante enemigo.
Las conferencias y ponencias están integradas en el programa del coloquio subtitulado Aplicaciones de la Arqueotanatología al Estudio Mortuorio en Mesoamérica, el cual puede consultarse en la página de Facebook 3 coloquio Bioarqueología, así como en la página web www.antropologia.uady.mx
El evento es auspiciado con aportaciones de la Universidad de Kanazawa, Japón, representada por el doctor Shintaro Suzuki, junto con la Alianza Francesa de Mérida, cuyo representante Alexandre Guillochon reveló que esos días se realizará una exposición en la sede cultural francesa en esta ciudad como parte de los actos conmemorativos al Anal Pixan en Yucatán.
En la Alianza Francesa serán exhibidos tres exposiciones: una ofrenda mortuoria, la recreación del ritual de Pomuch que consiste en la limpieza de los huesos de los familiares difuntos y la exposición y reconstrucción de una osamenta humana.
(Jesús Mejía)