Mérida, Yucatán.- La situación climática “se está complicando” para Yucatán: el reciente anuncio de que este año se espera arribo del polvo del Sahara en menores cantidades significa que se está perdiendo una barrera natural contra los ciclones tropicales.
Así, no sólo la entidad, sino toda la región y la cuenca del Atlántico están ante una moneda al aire con dos caras: por un lado, una menor contaminación por menor presencia de material particulado (PM) y, por el otro, una puerta abierta para el paso de los huracanes. Recordemos que un pronóstico previo anticipó para 2021 una temporada más intensa del promedio, con 17 sistemas.
Porque lo que sí está pronosticado, recuerda Juan Vázquez Montalvo, del Comité Institucional de Atención a Fenómenos Meteorológicos Extremos (Ciafeme) de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) es un “calentamiento anormal del Atlántico entre el caribe y África debido al cambio climático”, lo que incide en una mayor formación de tormentas.
Hace unos días, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), con el apoyo del Programa de Modelado, Análisis y Predicción (MAP) del Programa de Ciencias de la Radiación, pronosticaron no una reducción mínima de las columnas de polvo anuales sino las más bajas en 20 mil años en el próximo siglo.
“A partir de observaciones terrestres y de satélites, vemos la variabilidad del polvo africano”, dijo Tianle Yuan, científico atmosférico del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland. “De hecho, puede cambiar bastante, de un mes a otro, de un día a otro, de un año a otro, incluso de una década a otra”.
Debido a que estas “nubes”, durante su recorrido sobre el mar, “secan” el ambiente, se convierten en un obstáculo para el libre desarrollo de los sistemas tropicales; al haber menos polvo, el ambiente, por ende, es más propicio.
En cierto modo, este menor “bombardeo” de arena desértica, que el año pasado formó una gigantesca nube conocida como “Godzilla”, que trajo a Yucatán los índices de contaminación del aire más altos de la historia conocida, por lo mismo, significan una buena noticia, pues estos polvos con una de las 3 fuentes más intensas de mala calidad del aire en el Estado y la primera no generada por el hombre.
“Los residentes en el Caribe también podrían ver algunos beneficios, ya que menos polvo significa una mejor calidad del aire. Respirar polvo es particularmente peligroso para los niños, los ancianos y las personas con afecciones respiratorias como el asma. Eso llevó a un equipo del Programa de Ciencias Aplicadas a la Tierra de la NASA a desarrollar un sistema de alerta temprana para Puerto Rico que ahora proporciona tres días de tiempo antes de que una tormenta de polvo sahariana llegue a la isla”, dice la NASA.
Ahora bien, la eventual disminución en este polvo -que también tiene su parte positiva en la naturaleza- en nuestra región se suma a otro factor que preocupa a los meteorólogos: el incremento en la temperatura promedio del océano Atlántico, explicada en meses pasadas por Alberto Hernández Unzón; según él, las mediciones arrojan promedio de entre 6 y 8 grados por arriba de la media; esto genera menor salinidad del agua, mayor evaporación y condensación y más energía y, por tanto, el pronóstico negativo para Yucatán.
En ese entonces, Vázquez Montalvo confirmó esta posibilidad que hoy refrenda al recordar que está pronosticada una elevación de la temperatura del océano. Con el anuncio de menos polvo del Sahara, que puede derivar en más lluvias y ciclones, remata: “Los cosas se van complicando”
(LectorMx)